Ángel Fernández, presidente del Patronato de la Fundación para la Economía Circular, nos explica en esta entrevista la necesidad de mejorar la formación de los técnico y profesionales que trabajan en la gestión de los residuos, así como profundizar en las capacidades de todos los agentes implicados para alcanzar los objetivos marcados por la UE en materia de economía circular. Ángel Fernández fue hasta 2015 presidente de la Asociación Española de Plantas Incineradoras (AEVERSU) y vicepresidente de la Confederación Europea de Plantas Incineradoras (CEWEP). Es miembro del Comité de Coordinación del Club Europeo de Residuos.

¿Crees que la economía circular es un proceso suficientemente conocido entre los profesionales de la gestión de residuos? ¿Y entre la ciudadanía en general?

El problema reside en que se debería incidir más en la manera de cómo se minimizan los residuos en frente de cómo se tratan.

Los técnicos que gestionan residuos, en general, están bien informados sobre la gestión de los residuos (recogida, tratamiento y eliminación), sobre todo en las grandes empresas que se dedican a ello.

La ciudadanía en general está totalmente desinformada. Hay una gran confusión en lo que es, porque aparece, el porqué de su importancia. Hay una cierta desconfianza en la necesidad de la aplicación del nuevo modelo y una confianza casi religiosa en que la tecnología será capaz de solucionar todos los problemas como “ha hecho siempre” y eso no ayuda a un cambio de hábitos de consumo.

Los ciudadanos piensan que la solución al problema, si es que existe, es un tema de la Administraciones, que tienen que hacerlo sin cambiar los hábitos de conducta ni que resulte más caro. Hay mucha tentación a “no quiero saber, no me lo cuentes, no puedo hacer nada”

¿Cómo consideras que se podrían mejorar los conocimientos de los profesionales de la gestión ambiental sobre la economía circular?

Con mayor información a través de conocimientos más amplio de ejemplos de éxito, sobre nuevos modelos en experimentación que hay en otros lugares, sobre sistemas avanzados de minimización de residuos (re-utilización, remanufactura, reparación) y sobre la normativa que les es de aplicación

Teniendo en cuenta las actuales opciones para formarse en economía circular ¿qué crees que falta o cómo se podría mejorar lo ya existente?

Son muchos los ámbitos en los que se puede mejorar la información que es imprescindible que se dé. A nivel social a todos los niveles, desde la educación en general (primaria, secundaria, universitaria) a la ciudadana en su conjunto a través de innumerables vehículos (administraciones, entidades públicas y privadas, ONG y fundaciones, medios de comunicación, etc).

La población, y gracias a las intensas campañas realizadas, empieza a tener un comportamiento correcto (con grandes diferencias entre zonas del país) en lo que se refiere a la buena gestión domiciliaria, comercial y empresarial de los residuos que produce, aunque hay que seguir incidiendo en ello desde todos los vectores posibles (información/educación/concienciación, fiscalidad positiva y sancionadora, etc.).

Sin embargo sigue muy alejada de la correcta gestión de los otros escalones (que son prioritarios) como son la compra responsable (sostenible), desperdicio alimentario, mantenimiento correcto, reutilización, etc.

En estos campos es en donde se tiene que dedicar mucha mas intensidad y plantear la formación como una inversión, ya que el éxito en estos escalones representará menos residuos y por ende menores costos a dedicar a su gestión

¿Hacia dónde crees que irá en un futuro cercano la demanda profesional en temas de economía circular y, por tanto, la demanda formativa?

Sin duda deberá ir dedicada a los escalones prioritarios en la economía circular. En el mundo educativo y empresarial al I+D+i encaminado al ecodiseño

En la formación profesional al mundo de la reparación, remanufactura, gestión sostenible del agua, sector agrícola, gestión forestal, mundo rural (España vaciada), simbiosis industrial, gestión sanitaria, etc.

Finalmente, ¿cuáles son los grandes retos que tenemos para afrontar el cambio de paradigma en cuanto a los actuales modelos de gestión de los residuos?

Tenemos delante un reto enorme para el cumplimiento de los objetivos marcados por la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados. Pasar de un reciclaje de menos del 37% y con unos criterios más laxos que los contempla la nueva norma, como por ejemplo la no consideración de compost la materia conseguida sin que proceda de una recogida selectiva, a un porcentaje mínimo del 65% para 2035 es una tarea muy ardua.

Se requerirán de medios intensivos de recogida y tratamiento así como del mercado receptor preparado para ello. Igualmente, pasar de un vertido de casi el 50% a un máximo del 10% requerirá de grandes esfuerzos económicos y negociaciones políticas, empresariales y sociales

Una de las cosas que se tendrá que contemplar con mucha atención es cómo los ayuntamientos (responsables de la gestión) serán capaces de soportar el incremento de coste que eso representará.

Escrito por espacioanepma

Blog de ANEPMA

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